Fabio Andrade

Fabio Andrade

Fabio Andrade

Mi nombre es Fabio Henrique Dinas de Andrade, tengo 37 años, soy padre de Raúl y Raquel y esposo de Jaqueline.
Nací el 10 de marzo de 1983 en la ciudad de Leme, en el interior de São Paulo. Una ciudad de 100 mil habitantes, a 800 km de la capital, Brasilia.
Soy profesor de arte, psicopedagogo y comunicólogo social por vocación, y light painter por curiosidad y talento.

¿Cómo te iniciaste en el Light Painting?

Mi participación con el arte comenzó temprano, tengo la suerte de tener muchos primos en el mismo grupo de edad y desde pequeños solíamos jugar juntos. Algunos dibujaban muy bien y aprendí mucho de ellos. Y de niño, a los 7 años, me aficioné a coleccionar marcas de cigarrillos, me gustaba la tipografía, los logos, los colores, sin saber nada al respecto, solo me gustaban y rediseñaba las marcas, las reproducía a lápiz, todavía las colecciono. Y por lo que recuerdo, fue a partir de ahí cuando comencé a involucrarme con las imágenes.

 

A los 10 años, obtuve mi primera cámara, una Kodak analógica sencilla, que aun tengo y todavía funciona. Con esta cámara aprendí fotografía de un amigo, Max Pereira, que actualmente vive en Alemania. Max tenía un estudio cerca de la tienda de mi padre, fue allí donde aprendí sobre técnicas, sobre luz, revelado de películas y a valorar la fotografía como recuerdo, planificando cada clic.

A los 14 años tomé mis primeras clases de arte con la artista Regiane Bueno, que ahora es amiga y madrina, en esas clases de dibujo que conocí a Jaque. Con Regiane aprendí técnicas, a tener una percepción más aguda y a entender más sobre el arte. En ese momento vendí dibujos de retratos por encargo, hice caricaturas en plazas y restaurantes, y fue entonces cuando decidí ser artista.

En 2002, cuando tenía 19 años, conocí el Light Painting cuando trabajaba en una agencia de publicidad, me encantó la posibilidad de utilizar la luz como forma de dibujar. Entonces comencé a leer y buscar otras referencias, y lo que me llamó la atención, además del resultado final, fue el proceso de experimentación, como los “movimientos cotidianos” de Frank Gilbreth en 1914, los resúmenes de Wynn Bullock de 1930, la «escritura espacial» de Man Ray.

Estas referencias me ayudaron a ver el Light Painting como un dibujo, ya que depende de una acción motora consciente y espacial de las manos, brazos y cuerpo. Tenía muchas ganas de poder pintar con luz, pero hasta entonces solo tenía una cámara de bolsillo de 1,3 megapíxeles que no tenía forma manual de bloquear el obturador.

Comencé mi licenciatura en Comunicación Social en 2006, donde tuve la oportunidad de practicar Light Painting con la cámara del laboratorio de la universidad y dentro de un estudio con luz controlada, fue el ambiente perfecto para entender en la práctica la relación entre dibujo y fotografía.

En 2007, trabajé como fotógrafo en República Lago, un campamento de vacaciones en la ciudad de Leme, y utilicé el Light Painting como recreación con niños y adolescentes, en una actividad lúdica que involucra interacción colectiva, juegos, recreación y la creación de ideas inusuales. Involucrar a los niños con el light painting fue muy importante para mi proceso de aprendizaje del light painting. Así que compré mi primera cámara DSRL, una Canon 30D y una lente de 18,55 mm. Fue el puntapié inicial para empezar a sacar ideas del papel y ponerlas en el tiempo y el espacio

En 2009, graduado en Comunicación Social, abrí mi estudio y comencé a usar Light Painting en ensayos fotográficos y eventos. En 2010 me mudé a Piracicaba, una ciudad de 400 mil habitantes, una ciudad que valora culturalmente la expresión artística y está abierta a nuevos lenguajes, era el entorno ideal para explorar el Light Painting como una forma de arte innovadora, tanto cultural como comercial.

En 2012 me licencié en psicopedagogía y me encantó el funcionamiento del cerebro y las actividades que se pueden desarrollar para estimular la mente y el comportamiento. Pude visualizar aplicaciones de la pintura con luz como herramienta en la educación y la terapia artística, debido a los estímulos y sustancias que la pintura con luz provoca en el cuerpo y la mente.

Ese mismo año actué en el Programa Faustão, transmitido por Rede Globo, fue la primera vez que se mostró Light Painting en TV abierta en Brasil.

El estudio se convirtió en escuela, con cursos de fotografía y Light Painting. Fue en ese año que conocí la LPWA (Light Paint World Alliance), y a partir de ahí comencé a buscar referentes por todo el mundo, analizando las técnicas, accesorios, composiciones, lenguaje y también comencé a entrar en contacto con otros light painters de países de Europa, África, Asia y toda América.

Me convertí en profesor en el curso de Comunicación Social, enseñando Fotografía, Historia del Arte, Creatividad, Comportamiento, Dirección de Arte y Teorías de la Comunicación en 3 universidades. En todas las disciplinas, creé actividades educativas con Light Painting en clases específicas sobre el contenido. Fue un desafío instigador, en adaptar los conocimientos sobre Light Painting al método, y el método al alumno, para que cada uno pudiera aprender a su manera, en su tiempo, en su espacio, y poder reflexionar por su cuenta siendo consciente de las imágenes.

A partir de estas experiencias, creo que la actividad hacer Light Painting en el tiempo y el espacio, se puede aplicar pedagógicamente en cualquier situación y entorno donde exista una relación enseñanza-aprendizaje.

En 2015 me invitaron a otro programa de TV, en Rede Globo, y tomé fotos en vivo con la presentadora Ana Maria Braga y la actriz Glória Pires, y el alcance de esta presentación fue mayor que la primera vez, ya que muchas universidades, escuelas, institutos y colectivos culturales ya conocían el Light Painting. Viajé a varios estados, di charlas, talleres y participé en congresos sobre salud mental. En estos viajes tuve la suerte de conocer a mucha gente y recibí referencias de contenido que contribuyeron a mi percepción de la pintura con luz como algo más grande. Un Todo que todavía no vi.

Entonces comencé a estudiar el Light Painting como una forma de arte que podía unir los otros once idiomas (música, danza, pintura, escultura, teatro, literatura, cine, fotografía, animación, juegos y arte digital). A partir de las experiencias, creé mis propios accesorios, procesos y actividades que incluían el Light Painting en todos los lenguajes artísticos y, en base a estas inquietudes, fundé el XII Proyecto de Arte.

Y luego llega el año 2016. Inolvidable por razones totalmente diferentes. Un buen recuerdo fue cuando recibí un premio anual de Artes Visuales y Fotografía por parte de la ciudad de Piracicaba, por el trabajo realizado con Light Painting en 2015 y 2016. Y poco después, mi esposa, que trabajaba como enfermera en una unidad de salud, sufrió una amenaza. Ya teníamos nuestro primer hijo y decidimos, por nuestra seguridad, regresar a nuestra ciudad natal.

En Leme intenté adaptarme a la nueva realidad. Publiqué mis proyectos que fueron seleccionados por el ayuntamiento.
Realicé talleres de Light Painting con niños de 10 años en una escuela pública, adolescentes infractores en un espacio de resocialización y personas mayores en hogares de ancianos, todos simultáneamente, durante 6 meses.

Fue la primera vez que apliqué solo Light Painting como lengua principal en clase, y estos tres talleres con edades y contextos totalmente diferentes, orientados a la educación, la cultura, la resocialización y la arteterapia, es lo que forma la base de lo que estudio hoy.

A finales de 2016, me convertí en miembro de LPWA  para seguir más de cerca lo que estaba sucediendo en el mundo sobre el Light Painting. Además de aumentar los contactos con temas y curiosidades comunes.

En 2017, fui invitado por Light Art Digital Magazine, de México,

a escribir sobre mis investigaciones y observaciones sobre el Light Painting y la arteterapia enfocadas en la enfermedad de Alzheimer y la depresión.
Como resultado de la publicación de este artículo, comencé a intercambiar experiencias con otros light painters del mundo, pero también con profesores de arte, psicopedagógos y terapeutas de arte.

Tuve la suerte de representar a Brasil en 2018 en el 1er ILPDay (Día Internacional de Light Painting), donde pude exhibir y expresar la cultura local en asociación con la Associação de Máscaras do Cresciumal, con fotos producidas en el cementerio y el bosque municipal.

También presenté imágenes y observaciones sobre clases de arteterapia con ancianos, en alianza con el Proyecto Rescate de Recuerdos de Thainá Moreira, en Poços de Caldas, Minas Gerais.

En 2020, en el contexto de la pandemia, junto a Ana Grynfogiel, participamos en el Concurso realizado por Light Paint Paradise, y tuvimos la suerte de ser premiados y ganar reconocimiento de personas que no conocían el 12º Proyecto Arte, y con que sumamos conocimientos, nuevas amistades y experiencias.

Actualmente estudio las influencias del Light Painting  en la mente y el cuerpo como una forma de aliviar enfermedades y trastornos, dirigida a todas las edades. Además de crear herramientas y actividades para la educación infantil en el campo de las artes visuales.

Finalmente, busco incluir el Light Painting  en el entorno comercial entre fotógrafos y artistas visuales como un estímulo para la creatividad y la imaginación.

¿Qué es lo que mas te gusta del Light Painting ? 

Lo que más me atrae del Light Painting es el espíritu colectivo, la creación grupal y el intercambio de ideas. La exploración y descubrimiento de escenarios insólitos con la transformación inmediata de la realidad visible. Esta transformación me asombra.

¿Y lo que menos?

Lo que más me disgusta es un tema cultural local, aún prejuiciado contra los nuevos lenguajes del arte, en relación a la aceptación del Light Painting  por parte de gobiernos y empresas. Esto evita el desarrollo del arte y la absorción de tendencias que son comunes en varios países.

¿Cómo sueles desarrollar tus proyectos?

Mis proyectos se dividen en 3 segmentos:

1. Light Painting y educación – Desarrollo actividades lúdicas para niños y adolescentes con discapacidad y trastornos, como TDAH, síndrome de pánico, autismo y adicción a internet.

A través de talleres de Light Painting busco desarrollar habilidades y habilidades físicas y cognitivas, enfocándome en la salud mental y la inclusión en las relaciones sociales. En la universidad desarrollo herramientas para el estudio de la luz y los símbolos a través del Light Painting, para estudiantes de Comunicación Social, fotografía, diseño, pedagogía y psicología.

2. Light Painting y arte-terapia – es un proyecto desarrollado como terapia ocupacional en asociación con institutos, dirigido a personas mayores enfocado en el fortalecimiento físico y la reanimación de las capacidades cognitivas, la memoria, la nostalgia, la motivación y la alegría.

3. Artista – Me considero un artista figurativo, utilizo el lenguaje y la estética realista de la fotografía combinada con la interferencia del Light Painting como medio para expresar ideas, visiones y deseos. Busco asociar escenarios y figuras para crear una composición con lenguaje universal, fácil de interpretar.

¿Qué buscas transmitir con tus fotografías?

Las imágenes que creo tienen un sentido de automatismo en la interpretación. Utilizo símbolos sencillos y universales para que cada lector de imágenes tenga la libertad de reflexionar según sus propias convicciones y principios. En la mayoría de mis creaciones incluyo elementos de carácter filosófico, político, histórico o simplemente fantástico.

Intento contar  mi punto de vista sobre los temas que calan en la sociedad: la angustia, la corrupción, el autoritarismo, la desigualdad, etc. Creo que es importante hacer una imagen de lo que es difícil de verbalizar.

¿Cuál ha sido tu foto mas difícil de conseguir?

Técnicamente, mi foto más difícil fue pintar un ojo de color en una pared blanca. Hubo 6 minutos de exposición y cambio de color durante el proceso.

¿Que fotógrafos, lightpainters o artistas en general te han influído? 

En mi proceso de aprendizaje y creación tengo varias referencias en diferentes idiomas. En pintura clásica: Miguel Ángel, Caravaggio, Rubens, Rembrandt, Escher, Goya, Hopper, Dali, Magritte, Max Ernst, Delacroix, Jaques-Loius David, Bernini, entre otros.

Y las referencias en Light Painting, me gustan mucho los artistas figurativos, como Pedro Javier, Hannu Huhtamo, Darius Twin, Frodo, Diana Ponce, Fredéric Leroux, Maria Saggese, Janne Parviainen, Pala Teth, Michael Bosanko, Gunnar Heilmann, Carles Calero, Nikolay Trebukhin, Luis Kuziw, Mack Murdoc, entre otros.

¿Cuáles son las 3 herramientas que siempre llevas contigo?

Difícil elegir solo 3. Me gusta mucho una herramienta que inventé para hacer “seres de luz”, es una gama de LED que uso mucho porque me gusta incluir una figura humana en mis fotos. Otro accesorio es una linterna con celofán naranja que utilizo para crear efectos de fuego y personas. Finalmente, siempre llevo una tela negra para crear el efecto de levitación.

¿Alguna vez has experimentado un momento especial mientras hacías Light Painting?

El día que más me marca en mi memoria son las fotos tomadas con un ciego en un asilo de ancianos. Tenía 60 años y había perdido la vista a los 40, y durante el taller con otras personas logró dibujar magníficamente en el espacio, con líneas precisas y formas muy fáciles de interpretar. Fue la primera vez que experimenté la transformación de una discapacidad en virtud y motivación, autoestima y alegría.

Si sólo pudieras conservar una fotografía Light Painting , ¿cuál elegirías? ¿Por qué?

La foto que registra la primera vez que mi hijo jugó conmigo con Light Painting, tenía 2 años. Y esta imagen me recuerda cómo se emocionó cuando logró crear la espiral de luz, y me recuerda cuando comencé a estudiar el Light Painting y todo lo que he vivido hasta ahora, y creo que es importante mantener esta sensación de asombro ante cosas sencillas, como hacen los niños.

¿Qué consejo le darías nuevos Light Painters?

Creo que el Light Painting es mucho más que fotografía, implica dibujar y pintar, mezclar colores y degradados de luz y sombra. Son percepciones que se suman a la armonía de la imagen.
Mi consejo es estudiar a los grandes genios de la pintura para absorber referentes de la estética, y practicar con los niños para estimular ideas inusuales, innovadoras, con sencillez e inocencia.

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